Los majosos que me siguen

martes, 20 de noviembre de 2012

Capítulo 43

Phoebe regresó de dar su paseo, cogió una Coca-cola y se sentó con el diario en la mano a leerlo. Todos esos recuerdos le encantaban
"Bajé a cenar sin que mis padres se dieran cuenta y luego me fui a la cama, el desajuste horario me pudo muy rápido. Dormí bastante bien, por la mañana sonó mi teléfono, era Amelia, una de las pocas a las que no se puede comprar, una chica decente. Si me hubiera llamado cuando ya estuviera despierta pues le habría contestado pero me despertó así que dejé que sonara. Ya la llamaría yo por la noche o a mediodía. No tenía ganas de moverme de la cama hasta que recordé que tenía que comer con Lucas, me puse de pie y bajé a ducharme. Me arreglé lo máximo que pude sin que pareciera que iba a comer con la reina de Inglaterra. Me puse algo que iba bastante bien con el clima de Florida. Además si la casa de Lucas tenía piscina debería llevar un bikini aunque decidí no hacerlo.

Si quería bañarme siempre podía cruzar la calle y coger un bikini. Me puse unos pantalones cortos y una camiseta blanca que caía por el brazo derecho, con unas Vans negras. Lista. Bajé a desayunar, para mi desgracia mis padres estaban ahí. Parecía que me esperaban

-¿A donde vas hija?-dijo mi madre 
-Pues el vecino de enfrente me ha invitado a comer, ¿Alguna pregunta más? ¿Como si maté al presidente Kennedy?
La mirada de desaprobación de mi padre tenía intenciones de intimidarme pero no lo consiguió, nunca le tuve miedo a mis padre.
-No tranquila hija
Terminé de comerme una galleta y salí hacia la casa de Lucas.

Llamé a la puerta, oí como alguien decía "Ya voy yo" era Lucas evidentemente. Me abrió la puerta y me invitó a entrar. Su madre fue a recibirme, era una mujer encantadora no como la arpía que tengo yo por madre.
-¿La has invitado a comer Lucas?-dijo Charlotte
-Si mamá
-Me parece maravilloso, me has caído muy bien Phoebe y la verdad es que me gusta que mi hijo tenga amigas tan maravillosas como tu
Sonreí alegremente, eso me halagaba. Lucas me miró.
-Ya sabéis que nosotros a las dos y media nos vamos ¿Verdad?-dijo Charlotte
-Si mamá-dijo Lucas-nosotros nos quedaremos en la piscina-me miró- ¿Has traído bañador?
-No, pensé que podría cruzar la calle y trepar hasta la ventana para coger uno
-¿Trepar?
-Si, así mi madre no se entera de que he entrado en casa y no me habla lo cual es maravilloso.
Lucas se rió.

Subimos a su habitación, era impresionante. Me senté en la cama y él se sentó junto a mi.
-No te llevas bien con tu madre-dijo Lucas
-No, es muy pesada, a veces me gustaría librarme de ella para siempre, el resto de las veces solo momentaneamente
-No digas eso de tu madre que no va a estar siempre
-Lo sé, lo peor es que ella tampoco entiende eso, ella no es capaz de ver que no soy capaz de entenderla. Ni ella a mi pero ella tampoco se esfuerza, lo cual es frustrante.
-Te entiendo
El se apoyó en la pared y me hizo un gesto para que me sentara a su lado, me senté junto a él, Lucas me pasó su brazo sobre los hombros y yo apoyé la cabeza en su pecho.

-¡CHICOS A COMER!- gritó Charlotte desde la cocina
Me puse de pie y esperé a que él se levantara para bajar"

Phoebe recordó aquel día, era maravilloso, Lucas la trataba muy bien.

"Bajamos corriendo a comer, todo tenía una pinta deliciosa, la madre de Lucas cocinaba bien y eso era bueno evidentemente.
-¿Tienes hermanos Phoebe?-dijo Charlotte con una sonrisa
-Bueno, tengo una hermana gemela y un hermano mayor
-¿Han venido contigo?
-Gracias a dios no, mi hermana es muy perfecta además de rarita y mi hermano ¿Que quieres que te diga? Tiene 18 años, le dejaron quedarse en casa así que decidió no venir.
-¿Como es Malibu y todo eso?-dijo Lucas
-Pues es bastante ajetreado, siempre está lleno de gente, yo prefiero las playas de mi barrio, no hay mucha gente y al ser bastante grandes son perfectas.
-¿Tu barrio?-dijo Charlotte-¿En que barrio vivías?
-Pues yo soy de Palm Springs
-Es un gran barrio-dijo Charlotte
-Si, aunque sinceramente prefiero Alford a Los Ángeles, la vida allí es muy ajetreada y aquí es como más... tranquila
-Sí-dijo Lucas sonriendo- a veces eso se agradece

La comida fue maravillosa, mucho mejor que la de algunos restaurantes en los que había comido
-Bueno chicos, nosotros nos vamos-dijo Charlotte sonriente
-Vale mamá-dijo Lucas
Los padres de Lucas se fueron y nosotros nos quedamos solos en casa, hacía muchísimo calor, como se notaba que es Florida.
-¿Nos damos un baño?-dijo Lucas
-Vale-dije yo sonriente- tengo que ir a por mi bikini a casa
-¿Te acompaño?
-Vale

Fuimos a casa, pasamos para la parte de atrás del jardín sin hacer ruido y yo empecé a trepar, vi la mirada preocupada de Lucas mientras subía. Llegué a la ventana de mi habitación, me deslicé por ella y entré en la habitación. Me puse un bikini negro de palabra de honor y volantes, tampoco me compliqué mucho. Cogí la ropa en la mano. Me volvía a poner las Vans y me asomé a la ventana

-Lucas-dije bajito, pero lo suficientemente alto para que el me oyera
-¿Vas a bajar en bikini?-se rió
-Si, pilla la ropa
Lancé mi camiseta y los pantalones y empecé a bajar del mismo modo que había subido. Al llegar abajo Lucas me dio la ropa y nos fuimos hacia su casa, pasamos para la parte de atrás del jardín.

Me senté en el suelo mientras esperaba a que Lucas bajara. Llegó por detras y me dio unos suaves golpecitos en el hombro así que me llevé un pequeño susto. Se sentó a mi lado
-¿Que hacías?-dijo Lucas
-Pensar
-¿Se puede saber en qué?
-Pues pensaba en mi amiga Amelia
-¿Amelia?
-Si, ya sé que no es el nombre más normal ni más bonito del mundo pero ella es una gran chica además de mi mejor amiga
-Entiendo. ¿Que harás cuando comiencen las clases?
-Joderme y quedarme aquí

Lucas se puso de pie, me cogió en brazos y me tiró al agua, cuando salí el estaba pataleando de la risa.
-Tu vas a morir-dije mientras corría hacia él

Lucas se puso de pie y empezó a correr al rededor de la piscina. Lo que tenía su casa que era especial era que, si se saltaba la baya del jardín detrás había un gran prado.

Lucas saltó la baya y yo fui detrás de él, le oía reírse, se lo estaba pasando en grande. Corría rapidísimo y se debía de creer que si quería no podría pillarle, me quité los zapatos empapados y los tiré por los aires y empecé a correr mucho detrás de él mientras me reía. Era mágico, como de película.

Le alcancé, me tiré al suelo y le agarré por las piernas y el se cayó conmigo, los dos nos reímos mucho. Nos pusimos de pie
-Oh, oh-dijo Lucas preocupado
-¿Que pasa?
-No veo la casa
-¿Como?-dije yo asustada

Pasamos la tarde vagando por ahí en busca de la casa. Llegó un momento en el que el cansancio me pudo y me tuve que sentar. Lucas que iba delante se sentó a mi lado
-¿Te llevo?
-No hace falta
Lucas se puso de pie y me cogió en brazos de forma que su frazo izquierdo rodeaba mi cintura y su brazo derecho me agarraba por los muslos. Pasé mis brazos al rededor de su cuello
vvv
-Tengo una idea-bajé al suelo de un salto y me subí a un árbol. Desde ahí veía la casa. Le indiqué a Lucas hacia donde debíamos ir. En quince minutos ya estábamos de vuelta"

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