Los majosos que me siguen

jueves, 28 de marzo de 2013

Una breve pausa porfavor.

A ver, hago esta entrada nada más que para deciros que aunque últimamente no he estado mucho es porque he tenido mucho que hacer y no tenía ánimos ni nada para continuar escribiendo. Perdón por la tardanza pero tengo varios borradores para capítulos escritos y nada, deciros que cuando pueda los publicaré y que me sería de gran ayuda que volvierais a difundir el blog para poder tener más lectores y que no os cortéis en dejar vuestras opiniones en comentarios bajo cada entrada, que también os quiero dar las gracias a todos por haber estado desde que comencé en septiembre del 2012 y que ha sido genial para mí haber escrito "No pienso dejarte ir" y que vosotros la leyerais, también deciros que probablemente le queden unos pocos capítulos porque no sé de donde sacar más tema para continuar esta novela pero que probablemente comience otra, tipo diario de una adolescente, si queréis preguntarme cualquier cosilla sobre la novela ya sabéis en mi ask: http://ask.fm/valerieyalicia o si no, en twitter, @Valeria_Alonso9 que os doy followback y contesto a todo. Pues solo eso, que mi proyecto para una nueva novela es algo tipo lo que escribí del diario de Phoebe pues escribir un diario parecido pero en otro blog, independiente de esta novela.
Pues eso, gracias todos por haber estado ahí. Un beso.
PD: aquí comenzaré mi nueva novela: http://eldiariodetaylor.blogspot.com.es/

jueves, 13 de diciembre de 2012

Capítulo 61

El matrimonio de Dave y Charlize se desmoronaba por momentos, él le había sido infiel a ella dos meses antes y ella hace un año, ese tipo de cosas no hacen que un matrimonio vaya bien pero ¿Por qué seguían juntos? Porque para Dave sus dos hijos valían mucho y porque Charlize se quedaría sin dinero en cuanto se divorciaran. Y si algo era importante para Charlize era su dinero.

Daniel llegó con las maletas a casa de Phoebe y las dejó en el salón.
-Tengo que hablar contigo.-dijo ella.
-¿Sobre qué?
-Sobre lo que tu ya sabes... pero es privado.-dijo mirando a Tom.
-Ah, no importa... además tengo que volver al trabajo, adiós-dijo sonriente mientras se iba.
Phoebe cerró la puerta.
-¿Acaso sabías que aquí todo el mundo sabe de mi vida?
-¿En serio?
-Sí, no me hace ni pizca de gracia, seguro que de la vida de los demás nadie sabe nada. Y Tom me dijo que la gente de aquí sospechan de que esa familia de locos que tengo a 500 metros de mi son unos asesinos.-dijo Phoebe casi gritando.-¡Pero que clase de sitio es este!-dijo poniéndose de rodillas en el suelo de un modo muy teatral.
-Levántate, que tienes que deshacer tus maletas y conocer a tus vecinos. ¿Quieres joderles un poco?
-¿A los asesinos de mi padre? Estaría encantada.
Salieron al porche, se pusieron de pie en la zona que se veía perfectamente desde el mirador de la gran mansión y Phoebe, al darse cuenta de que había gente se puso a saludar y a reírse. Las miradas de Charlize y Dave eran imperceptibles desde donde estaba ella pero no eran muy agradables. Realmente Phoebe solo quería molestarles un poco y la mera presencia de Daniel allí, mirándoles fijamente no les agradaba ni nada, y luego Phoebe, su nueva y misteriosa vecina se presentaba de la forma más peculiar posible. Charlize solo quería ir a casa de Phoebe a molestarla. Y eso haría.
-Yo me voy-dijo Daniel.-pásalo bien.
Daniel se fue rapidamente y Phoebe entró en la casa y comenzó a deshacer las maletas, pero se interrumpió cuando oyó que llamaban a la puerta, bajó corriendo, para su sopresa ante sus ojos estaba Charlize.
-Buenos ¿Días? Es que sigo en mi horario.-dijo Phoebe.
-Mediodía ya, me presentaré, soy Charlize Henderson.
-Y yo me llamo Amanda.
-Bonito nombre, Amanda...-dijo pronunciando el nombre con asco.
-¿Qué deseabas?
-Trátame de usted.
-Aplícate el cuento.
-Oh, querida Amanda veo que realmente tienes infuencias de Daniel Clark.
-¿Tienes algún problema con los Clark?
-No, solo negocios.
-Ah, sí, ¿Como los que tenías con los Henderson?
-¿Como sabes tú eso?
-Pues, verás, tener 20 años y conocer a la propia Phoebe tiene sus ventajas, aunque hace dos años casi que no hablo con ella desde la muerte de su padre.
-Fue muy trágico, todos le queríamos mucho.
-¿Si? ¿De qué murió?
-Fue horrible para los Robinson, creo que un infarto...
-Comprendo, mi padre murió de uno también.
-Muchos hombres mueren a causa de un infarto, pero lo del seños Henderson era más comprensible... no se cuidaba.
-¿Como?
-No, fumaba y bebía, creo que ese tipo de cosas se las ha pasado a sus hijos, sobre todo a Phoebe, he oído que bebe y bueno... no quiero decir nada malo de ella porque es tu amiga pero... acabará como su padre probablemente, con mucho dinero, con hijos que realmente no la quieren y ¿Qué más? ¿Una gran mansión?
-Comprendo, créame que no acabará así, confío en ella.
-Pues confías mal, esa chica tiene un futuro bastante... mal. Quizás tú y mi hijo podríais haceros amigos algún día.
-Depende ¿Como es su hijo Charlize?
-Pues es un Henderson, es de calidad.
-¿Qué le gusta?
-Pues le gusta leer, la música clásica y ese tipo de cosas, verás que es un chico maravilloso además de muy culto.
-A mi también me gusta leer pero detesto la música clásica.
-¿Qué música escuchas tú?
-Pues heavy metal y rock, soy un poco diferente de su hijo ¿No cree?
-Puede ser, bueno, creo que debería dejarte sola para que, deshagas todo tu equipaje, hasta pronto Amanda.
Charlize se fue rapidamente, Phoebe comenzó a reírse hasta acabar tirada en el suelo riéndose. Le parecía que esa mujer era patética, Phoebe no pensaba acercarse a ese chico, le parecía un pijo. Aunque tampoco le conocía mucho pero ¿Música clásica? ¿Qué clase de joven escucha eso? Desde luego uno con el que estuviera dispuesta a salir no, aunque, bueno, las ideas y opiniones pueden cambiar ¿No? Eso ya se vería con el tiempo. Phoebe tenía tantas ganas de que pasara algo interesante allí de una maldita vez, realmente ese sitio tenía algo que California no tenía, tranquilidad.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Capítulo 60

Phoebe subió al coche y esperó a que Daniel saliera para conducir hacia la casa, según había entendido estaba en primera línea de playa, así que no habría mucho jardín, pero eso no importaba, solo quería tener su casa. Era la primera vez que tendría una casa propia, eso la emocionaba pero a la vez tenía un poco de miedo porque a pesar de no ser miedica ni nada, tenía miedo de dejarse algo del agua abierto e inundarlo todo, ese tipo de cosas. Llegaron tras diez minutos que a ella le parecieron diez horas, en la puerta les esperaba una mujer, de unos cuarenta años, vestida de un modo muy elegante, era la vendedora. A Phoebe no le hizo falta entrar para saber que esa era la casa en la que quería vivir, era blanca con un porche en el que se encontraba un banco colgado del techo, algo que Phoebe solo había tenido en casa de sus abuelos, dentro era grande y luminoso, pero aun así a pesar de que sabía que era la casa que quería tuvo que entrar y verla, estaba amueblada, por encargo obviamente, Phoebe no dormiría en una cama ajena así que Daniel llamaría el día anterior y les diría que lo preparararn todo. Que ganas tenía de poder mudarse allí de una vez.
La visita, la cual duró dos horas, dos horas más de su vida perdidas, terminó de una maldita vez y la mujer de la inmobiliaria hizo que ella firmara unos papales y luego se fue dejando a Daniel y a Phoebe solos en el salón.
-¿Deshiciste las maletas?-dijo Daniel.
-No
-Pues voy a tu casa a por ellas, nos vemos en ¿Una hora?
-Pues claro.
Daniel se fue y Phoebe se tiró en el sofá mirando al techo, le gustaba ese sitio, era precioso además de que tenía la playa nada más bajar los escalones del porche. Llamaron a la puerta, al estar abierta y unicamente cubierta por una cortina la persona que estaba al otro lado entró.
-Hola Tom ¿Que haces tu aquí?-dijo Phoebe sentándose.
-Pues vi a los de la inmobiliaria y me pregunté quien sería la persona que se mudara a esta casa.-dijo Tom.-es preciosa ¿No crees?
-Pues sí, ni siquiera sé por qué hemos visitado toda la casa y me han hablado de ella cuando realmente ya me encantó solo con verla desde fuera.
-¿Más que la casa de tus vecinos?
-¿Vecinos?
-Sí, mira.
Salieron al porche y Tom le señaló una gran mansión algo lejana.
-Esos no son vecinos-dijo Phoebe-están demasiado lejos ¿No crees?
-Sí, para ti, desde su mirador se controla toda la playa y el lado derecho del porche y a lo mejor hasta son capaces de ver algo en alguna habitación sin cortinas. Ten cuidado con los Henderson, son gente rara además de peligrosa, a mi no me gustaría meterme con ellos.
-¿Por qué dices eso?
-Pues porque, esto no se lo digas a nadie, había un hombre, era de California, se interpuso en su camino y bueno, pocas semanas después dijeron en las noticias que le había dado un infarto pero realmente, yo no me lo creo, le amenazaron delante del restaurante, debían de pensar que no había nadie en el restaurante y por eso lo hicieron allí. Creo que cuando murió fue ya en California cuando su hija pequeña estaba en la universidad y el hijo mayor de viaje, tenía una gran empresa y bueno, ahora la llevan los hijos pero tampoco sé nada de este tipo de cosas. El caso Amanda es que no debes meterte con nadie de su familia porque son peligrosos.
-No lo haré no te preocupes ¿Sabes algo más de esa gente? Los de California.
-Claro que sé, aún estuve investigando con la exnovia de mi hermano hace poco. A ver-dijo sentándose en el banco-pues la familia comenzó a ganar dinero hace 14 años, mucho dinero pero creo que tampoco se usó mucho, luego se fueron a Alford un tiempo donde tuvieron un problema con su hija porque creo que hizo un graffiti en el instituto o algo asi además de la muerte de la madre aquel mismo año, dos años después creo que la hija se fue a estudiar a Oxford y bueno, cuando murió su padre volvió a California, y luego volvió a Londres. Al terminar el curso dejó los estudios y se fue a Los Ángeles y hace casi un año se fue a Hawaii, la gente dice que porque estaba embarazada, luego cuando volvió hubo un problema de dinero con otra empresa y hace poco relativamente tomó las riendas de la empresa y ella es por lo que vi, guapísima, oí también que tenía una gemela pero que no se sabe nada de ella. Es una familia con muchos secretos. Prefiero no tener mucho dinero y no tener problemas a bueno, a vivir como ellos.
-Lo comprendo perfectamente.
Un silencio se apoderó de la sala, Phoebe no comprendía como podía estarle pasando todo aquello, todos sabían de su vida, todos podía averiguar lo que quisieran de ella, eso no le gustaba nada. Nunca le gustaba que los demás supieran de ella pero claro, en aquel momento era difícil pasar desapercibida.

-No me gusta-dijo la extravagante mujer mientras se alejaba del borde.
-No sé que tiene de malo mamá.-dijo una chica.-no es más que otra chica.
-Tiene algo, no me gusta, Taylor, no te acerques a ella.
-¿Más gente a la que no puedo acercarme? ¿Por qué me tienes aquí encerrada?
-Porque no quiero que tengas problemas con gente como ella, por favor mírala.
-No puedo, porque está a casi 500 metros de nosotras, mamá creo que no deberías juzgar tan pronto.
-Lo que tu creas es irrelevante. no te acerques a ella. ¿De acuerdo?
-De acuerdo mamá.
Taylor bajó las escaleras corriendo hacia su habitación donde se encerró pensando en quien sería su nueva y peculiar vecina, no entendía por qué su madre no la dejaba ir a verla ni a conocerla, era su nueva vecina. Daba igual, al día siguiente saldría a correr por la playa y se acercaría por su casa. Su madre no podía alejarla tanto del mundo exterior. Quiso saber quien era.
Un hombre entró y se apoyó en el borde junto a la mujer.
-¿Que ocurre Charlize?
-Eso ocurre.-dijo apuntando con la mirada a la casa de su nueva vecina, la cual, tenía las luces encendidas.
-¿Hay alguien?
-Claro que sí, y eso me preocupa, puede tener algo que ver con quien tu ya sabes.
-Probablemente, nadie en su sano juicio compraría esa casa.
-Nadie en su sano juicio o alguien que no es de esa familia.
-Exactamente.
-Taylor quiere conocer a quien viva ahí.
-No la dejes, no sabemos que clase de persona pueda estar ahí, aunque quizás deberíamos dejar que se acercara porque ¿Cuantos de sus tres hijos quedan?
-Dos.
-Comprendo, dejemos fuera al chaval, por lo que sé tiene ahora vida de pareja y tampoco es muy listo, recuerda que le invesitigamos hace poco, solo queda la chica.
-No es lista, mira sus calificaciones en todo, incluso las de la universidad.
-No te fíes de unas calificaciones escolares, mira a su padre hasta donde llegó sin haber ido a la universidad y otras personas que se mueven igual son los Clark y muchas más familias de nuevos ricos.
-Entonces...
-No hay peligro, deja que vaya pero no se lo digas, ambos sabemos que mañana se presentará allí, y la conocerá pero no le digas que la dejas porque entonces irá ahora y no quiero.
-Como quieras, Dave me voy ya a comer. Que te vaya bien.
-Adiós Charlize.

Capítulo 59

Phoebe le miró y lo siguiente que hizo fue echarse a llorar, todo lo que le estaba diciendo Daniel era verdad, ella era así, pero se escondía tras una Phoebe como todo el mundo, una a la que todos quieren porque es como los demás, otro burda copia del modelo de belleza actual y eso no le gustaba. Ella quería ser, ella misma pero en aquel momento no podía. Necesitaba encontrarse a sí misma. Había cambiado tanto desde los últimos años. Ya no se conocía a si misma. 
-Tranquila.-dijo Daniel abrazándola.
Phoebe no dijo nada, tenía tantas ganas de volver a ser pequeña, para no querer crecer nunca, ahora lo entendía perfectamente todo cuando su madre le decía que no quisiera crecer que no estaba tan bien como ella se creía. También cambiará ciertos errores del pasado, o simplemente haría las cosas como debían ser. 
-Gracias.-dijo Phoebe casi en un susurro.
-De nada.-dijo él-ya te he encontrado una casa, mañana si te apetece puedes ir a verla. Hasta que consigas algo dinero la entrada de la casa y la hipoteca te las pagaré yo.
-Muchísimas gracias, por todo lo que estás haciendo por mí
-No es nada. Algún día me lo devolverás.-dijo él riendo.-tengo que hacer una cosa, ¿Te quedas aquí?
-Sí, claro. Adiós.
Daniel se fue y Phoebe se tumbó en el sofá, comenzó a recordar todo, como debería haber hecho las cosas, esas pequeñas cosas, como cuando le preguntaron en clase que tipo de música escuchaba y dijo que lo normal, cuando no era así, cuando le preguntaron que vestido le gustaba para el baile de fin de curso y dijo el que todos le dijeron que les gustaba, esas pequeñas cosas que no hizo bien, que ahora quería cambiar. Pero no podía, lo hecho hecho está y listo. Quería salir de esa casa pero no podía porque no tenía llaves ni conocía el sitio. Fue al baño a lavarse las manos, las tenía llenas de polvo, no sabía como había llegado ahí. Se miró en el espejo, no se veía como era ella, era el momento de dejar de engañarse, sabía quien era pero nunca lo reconoció, desde los 11 años se alisaba el pelo cada mañana para ocultar sus rizos, desde los 13 no usaba la ropa que a ella le gustaba. Ese estilo suyo que era tan único, que la perdía. Tuvo su momento de ser ella misma hasta... Lucas, cuando la engañó, luego lo de sus padres, todo se volvía difícil. Recordar a Lucas solo la hacía odiarle más, recordó que se enteró porque Lucas se equivocó y le mandó el mensaje que le quería mandar a su segunda novia a ella. Asco, la única palabra que podía describir lo que sentía hacia Lucas y su maravillosa novia Jenny. Que asco. Necesitaba alejar esos pensamientos de su mente. Su móvil sonó, un mensaje, de Lucas. Eterna duda ¿Contestar o ignorarle? Optó por contestarle. Una conversación en la que Lucas preguntaba donde estaba Phoebe y ella contestaba que en San Diego viendo a una amiga, era capaz de ir hasta San Diego a confirmarlo. Dejó de hablar con él porque ya estaba cansada de soportarle, quería salir de esa casa, era bonita pero no le gustaba del todo, ella quería vivir en una casa tradicional de allí, una casa blanca con un pequeño jardín y piscina si cuadraba aunque teniendo en cuenta que en South Hampton hay playa... Pasó una hora y al fin llegó Daniel.
-¿Vamos a comer?-dijo él.-te voy a enseñar unos sitios...
-Me encantaría.
-Pues vamos.-dijo él riendo.
Subieron al coche y fueron hacia la ciudad, era todo precioso, Phoebe estaba encantada, le encantaba, mucho mejor que California, fueron a un pequeño restaurante, todo parecía casero, era de esos restaurantes que pasan de generación en generación que tienen sus propios clientes de toda la vida.
-Buenos días Daniel.-dijo un camarero sonriente, era moreno y alto.¿Quien es?-dijo mirando a Phoebe.
-Por favor Jay, no seas pesado-dijo un chico más joven que el otro que también era camarero.-soy Tom, por cierto.
-Yo soy Amanda.-dijo Phoebe.
-Precioso nombre.-dijo Tom.-¿Vais a comer aquí?
-Sí, ¿Nos decís donde nos podemos sentar?-dijo Daniel.
-Allí,-dijo Jay señalando una mesa para dos.
-Ve yendo Amanda.-le dijo Daniel a Phoebe.
Phoebe fue hacia la mesa y Daniel se apoyó en la barra.
-¿Es tu novia?-dijo Jay.
-No, pero a ti te queda pequeña y a tu hermano grande.-dijo Daniel
-¿Cuantos años tiene?-dijo Tom.
-Creo que tiene 20 años.
-Tampoco me queda tan grande, yo tengo 19.-dijo Tom-a ti en cambio hermano...
-No me queda pequeña, tengo 24 no 40.-dijo Jay riendo.
-Aún así, no creo que se quede mucho más de un año aqui en South Hampton, es de California o eso decían sus padres.
-¿Decían?
-Su madre falleció cuando ella tenía 16 años y su padre cuando tenía 18, además, yo creo que es adoptada, me tiene pinta de que no es de California.
-Comprendemos, me gusta mucho su nombre.-dijo Tom.
-Ya... a ella también.
-Voy a preguntarle que quiere de beber.
Tom se fue hacia la mesa donde estaba Phoebe y Daniel miró hacia los lados y luego miró a Jay.
-Bueno, ¿Cual es su verdadero nombre?-dijo Jay-¿Phoebe Henderson? ¿Amanda Henderson?
-Phoebe, no quiero que se lo digas a nadie, ella quiso desparecer pero claro, no puedes desaparecer siendo Phoebe Henderson. ¿Como lo has sabido?
-¿Recuerdas a Tamara? Pues un día estaba leyendo una revista y hablaron de ella y vi una foto y me fije en el pedrusco de oro que lleva a modo de anillo, y decían que era único en el mundo además de estar valorado en 15.000 dólares, y ahora se lo acabo de ver y me he dado cuenta.
-No digas nada, por favor, mientras nadie se de cuenta.
-Nadie se dará cuenta pero sabes que yo me quedo con ciertos detalles que la mayoría de la gente pasa por alto. Solo eso.
-De acuerdo, creo que voy a tener que ir a la mesa antes de que Tom intente acostarse con ella-dijo Daniel riendo.
-Sí mejor.
Daniel se fue a la mesa y se sentó frente a Phoebe que estaba viendo que había de comer, cuando al fin pidieron los dos comenzaron a hablar de como harían las cosas para cumplir su objetivo, comieron y fueron a dar un paseo por la zona, cuando volvieron a casa colocaron las cosas de Phoebe y como ya era bastante tarde y al día siguiente habían quedado para ver una casa bastante temprano se fueron a domir.

martes, 11 de diciembre de 2012

Capítulo 58

-Esa es la Phoebe Robinson que yo conozco-dijo Daniel riendo.
-Esa soy yo.-dijo Phoebe.-deberías volver, tienes a tu amigo esperándote en el salón.
-Ese no es amigo mío, solo tenemos negocios.
-¿Y eso? Es majo.
-Su padre ha intentado tantas veces echar abajo tanto a Robinson Global como a mi empresa, no deberías hacerte amiga suya, no es bueno, para nadie. Acércate a la familia de otro modo.
-Ya encontraré la manera de acercarme, él es el método más directo para llegar a ellos pero ya encontraré otro distinto.
-Claro que lo encontrarás, por eso eres tu, Phoebe, que diga Amanda, quiero hablar contigo seriamente.
-Claro, cuando quieras, pero ahora no porque ese chico está aquí y puede oirnos.
-Pues le echo ahora no te preocupes.
Daniel se fue al salón dejanto a Phoebe esperándole, cuando lo vio de nuevo estaba acompañando a Nathan a la puerta.
-Hablemos-dijo cuando se hubo despedido de Nathan.
-¿De qué quieres hablar?
-De ti, hace mucho que no nos vemos, exactamente desde que tenías 16 años y ahora es que es raro para todos verte así, Phoebe... ésta no eres tú, vestida como de colores, siguiendo las tendencias mundiales, metida en lo que están metido todos. Eres única y por lo que he visto desde que volviste de la universidad...
-¿Como que desde que volví?
-Tengo fuentes, déjame seguir. Eres única, pero desde que volviste has cambiado, pero solo por... ¿No ser una friki? Pues no lo entiendo, Phoebe has sido la chica de todas las portadas del mundo cuando te hiciste con tu empresa, pero ¿Querías eso? No lo creo. Eres una auténtica revolución, puedes hacer tanto pero... no haces nada, puedes cambiar tantas cosas pero ni siquiera lo has intentado, puedes hacer que mucha gente pierda ese miedo estúpido a ser ellos mismos, un miedo que ahora mismo está acabando contigo, esta no eres tú, desde hace bastante que no eres tú, cuando fuiste a la universidad, no eras tú, pero nada parecido a lo de ahora. ¿Sabes por qué te digo esto? Porque eres única, tienes un cerebro impresionante, pero no lo usas para nada, eso te hace ser tú, tienes todo lo que quieres pero simplemente con unos auriculares y un mp3 eres feliz, puedes andar con quien quieras pero te juntas con las personas que hacían pensar a tus padres que andabas con malas compañías, hacías el tonto siempre, eres graciosa, eras de esas chicas que no se peinaban para ir a clase porque no le importaba lo que pensaran de ella, eres esa chica que con 13 años quería cubrirse el cuerpo de tatuajes pero que luego cambió de opinión por lo que su familia dijera, eras esa chica que aprendió a tocar el piano y la guitarra porque sus padres querían, eres esa chica que en los exámenes teóricos de gimnasia ni siquiera leía los apuntes ni estudiaba y dejaba el examen en blanco y hablaba, eres esa chica que todos queremos por ser tal y como es, eres esa chica que se quedaba sola en casa todas las tardes, eres esa chica que sabía más de la muerte que nadie, eres esa chica que no podía soportar a la gente que no se calla cuando más necesitas el silencio, que odia a quien no escucha, eres esa chica que es mejor tener como amiga que como enemiga, eres esa chica que cala a la gente inmediatamente, eres esa chica que te saca una sonrisa enseguida, eres esa chica que llega derepente y mejora tu vida, eres esa chica a la que no se le puede mentir, eres esa chica que se hace la tonta para ver hasta donde puede llegar la hipocresía de la gente, esa chica que se aburre rápido de la gente, esa chica que no es capaz de ocultar cuando odia a alguien porque se le nota en la cara, esa chica que escucha música gótica, esa chica que miente de maravilla, esa chica que se atreve con todo, que te dice las cosas tal cual, esa que odia que la toquen, esa que no deja que nadie le diga lo que tiene que hacer, esa chica que no soporta que la gente entre en su espacio personal, esa chica que no quiere que le pregunten que tal está porque tendrá que mentir, esa chica que no para de reírse aunque por dentro llore, esa chica que se siente sola pero hace lo posible para que los demás no se sientan como ella, esa chica que no soporta a quienes van de guays, esa chica a la que le caen bien quienes le quieren caer bien a todo el mundo, esa chica a la que no le cae bien casi nadie, esa chica que es borde con todos, esa chica que está orgullosa de ser como es, esa chica que cuando vio Batman se puso de parte del Joker, esa chica que desde pequeña ve Mentes Criminales, esa chica que sabe de todo pero no dice nada, esa chica que ignora a quienes le caen mal, esa chica que quiere que la quieran, esa chica que sufre en silencio, esa chica que cree que los gays son los mejores hombres del mundo, esa chica que no para de hablar, esa chica que no le importa lo que piensen de ella porque total, ella siempre piensa algo peor de los demás, esa chica que prefiere escuchar a Coldplay antes que a un grupo de moda, esa chica que no hacía los deberes si la profesora no le mandaba una nota, esa chica que vacilaba a sus profesores y les decía que ella los quería más si no corregían su examen, esa chica que vale más que nadie, esa chica que se hace de querer, esa chica que en 1 año consigue hacerse irremplazable, esa chica que es tan única, esa chica que tiene muchos secretos, esa chica que se considera mala. 
>>Esa chica única y perfecta a su manera.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Capítulo 57

No se creía en lo que se había metido, una nueva identidad, una nueva vida, una nueva ciudad. Ya casi todo lo necesario para desaparecer estaba listo, salvo una cosa, el dinero, tenía que cambiarlo a otra cuenta. Eso sería en otro momento. Ni siquiera lo haría ella, ya buscaría el modo pero Daniel lo haría. Las cosas se estaban complicando, había hecho muchas gilipolleces en su vida pero ninguna como la que acababa de hacer aquel día. Daba igual, era lo que siempre había querido, alejarse de su familia y que nunca la pudieran encontrar. Fue a su apartamento, por el camino se encontró con James, que gente tan estúpida hay por el mundo.
-¿Eres nueva?-dijo James cuando la vio.
-Pues no, soy una amiga de Phoebe.-dijo ella.-aunque es sólo para ver si está en casa porque me voy a ir pronto.
-¿A dónde?
-Aún no lo sé la verdad, pero quiero irme lejos de aquí. Seré más feliz.
-Comprendo, hemos llegado a mi piso. Adiós.-dijo James saliendo del ascensor.
-Adiós.

Phoebe o quizás ahora se la deba llamar Amanda subió hasta su apartamento, no le había dicho casi ninguna mentira a James, salvo lo de que era amiga de Phoebe, sí que se iba, a donde tenía que irse, Florida. Que bien se lo iba a pasar allí.

Entró y fue a su habitacion a echarse una siesta, nada más meterse en la cama comenzó a pensar en lo que se había convertido, de ser tan buena como era de niña a querer vengarse, a ser tan mala para irse y desaparecer del lado de los que se lo habían dado todo. Era una cosa que nunca le pasaba, tener remordimientos no era propio en ella. Sabía lo que hacía, se conocía perfectamente y sabía que podía hacer eso, sin complicarse nada. Su forma de ser se lo permitía. Se durmió en seguida y al cabo de dos horas se despertó porque Daniel la estaba llamando.
-¿Qué quieres Daniel?-dijo ella.
-Hola Phoebe, o ¿Debería decir Amanda?-dijo Daniel.
-Daniel, entiéndeme por favor, piensa en que si me quiero vengar como dios manda debo estar en Florida y acercarme a toda esa gente, pero creeme que no dejarán que Phoebe Robinson se acerque a ellos, pero a Amanda Jones sí.
-¿Me necesitarás?-dijo Daniel.
-Obviamente, ¿Tú empresa tiene sedes en Los Hamptons?
-Pues sí, mi empresa surgió en South Hampton, por eso que tengamos allí una empresa, ¿Dónde estás ahora mismo?
-Nueva York, quizás deberías venirte por aquí para ir juntos a Los Hamptons.
-Pues mañana a las diez y media estate preparada para irnos a Los Hamptosns, te quedarás en mi casa hasta que encuentres alguna donde asentarte. Tendrás que acercarte a los Henderson, lo máximo que puedas, para averiguar quienes estuvieron involucrados en todo, y luego ¡Bam!
-Venganza.-dijo ella.
-Exactamente, mañana a las diez y media en Wall Street. Te espero.
-Hasta mañana.

Ya eran las ocho y media de la tarde, Phoebe se caía del sueño así que decidió irse ya a dormir. Hasta las diez menos cuarto no se despertó. Se vistió y bajó hacia donde la estaría esperando ya Daniel.
-Señorita Jones.-dijo Daniel riendo.-me gusta tu pelo, te queda bien.
-Muchas gracias.-dijo ella riendo.-¿Cómo vamos?
-Pues vamos en este taxi hasta el aeropuerto donde cogemos un avión hacia Los Hamptons.
-Pues vamos ya.-dijo Phoebe subiéndose al taxi.
Daniel subió y se fueron hacia el aeropuerto donde cogieron un vuelo a Los Hamptons, llegaron más o menos a las diez en Florida y mucho más tarde en Nueva York. Para llegar a la casa de Daniel tuvieron que estar media hora en el taxi, unos 20 dólares.

Era una casa enorme, blanca, como se notaba que Daniel era multimillonario, quizás la casa no fuera tan impresionante por dentro como al otro lado de la valla parecía, pero no era así, nada más atravesar la verja había un garaje y la puerta, bordeando la casa un camino que iba en descenso hacia el jardín trasero donde estaba una gran piscina. Era todo impresionante. Entraron en la casa, había un gran recibidor y unas escaleras que subían hacia los pisos superiores y otra hacia otro piso donde se encontraba el salón.
-Amanda, vete al salón un momento, vengo ahora, voy a prepararte una habitación-dijo Daniel.

Phoebe bajó las escaleras de caracol hacia el salón, tenía un gran ventanal que cubría toda la pared, daba a la piscina, unos sillones y un sofá todo blanco y una gran televisión de plasma. Desde luego Daniel se había arreglado bastante bien la casa. Esa sala le recordaba a algo, no sabía a qué pero a algo sí, algo triste. Se acercó al ventanal y miró a través del cristal, vio un coche caro entrar, no sabía de quién era. Escuchó el timbre y luego a Daniel abrir la puerta y hablar con otro hombre.
-Ven por aquí-dijo Daniel indicándole al hombre que bajara al salón
-Claro. Oh, ¿Puedo preguntar quién es esta chica tan guapa?-dijo el joven que se encontraba ante ella.
-Puede presentarse ella solita que tiene boca.-dijo Daniel
-Soy Pho... Amanda.-dijo Phoebe.
-Bonito nombre Amanda, soy Nathan.-dijo él.
-Encantada de conocerte Nathan.
-Tu cara me suena pero no sé de qué.-dijo Nathan.
-Pues si no lo sabes tú...-dijo Phoebe.-¿Podemos hablar Daniel?
-Claro que sí.

Phoebe y Daniel salieron del salón hacia el último piso.
-¿Quién es ese?-dijo Phoebe.
-Phoebe, ese chico te interesa y mucho, Nathan Henderson, heredero de Henderson Company.
-¿En serio?
-Claro que es en serio, verás todo lo que debes hacer es averiguar un poco sobre esa familia, averiguar quienes estuvieron involucrados, quienes lo planearon todo y después, se acabó. Después de vengarte.
-Daniel, estoy empezando a dudar sobre esto, no creo estar preparada para resolverlo así, sé que lo merecen pero ahora mismo acabo de sentir algo cuando estaba en tu salón.
-Claro, lo has recordado. ¿Quieres saber qué pasó exactamente?
-Sí por favor.
-Pues te contaré todo lo que debes saber, tu madre sufrió un desmayo en ese salón hace 4 años, luego murió en el hospital. Las muertes de tus padres Phoebe están muy borrosas para todos, nada tiene sentido, para nadie, ni para mí. Max tampoco sabe nada. Ninguno sabemos que pasa exactamente.
-Es todo tan complicado, todo tan lioso, pero ahora no voy a dejarlo todo. Vamos a por los Henderson.
-Esa es la Phoebe Robinson que yo conozco.-dijo Daniel riendo.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Capítulo 56

-Lo comprendo-dijo Chelsea.
-Voy a irme porque creo que debería hablar con Lucas-dijo Phoebe mientras se iba.
-Chao.
Phoebe llamó a Lucas, para su suerte, todavía no había cambiado de número por lo qué no le costó nada localizarle.
-¿Quien es?-dijo Lucas.
-Phoebe. Necesito hablar contigo.
-¿Por qué?
-Porque quiero darte mi contestación. ¿Donde nos podemos ver?
-¿En Palm Springs?
-¿Cerca de mi casa?
-Claro. Nos vemos allí.
Phoebe se fue hacia Palm Springs, fue a donde habían quedado. Allí fue donde se besaron Lucas y ella por primera vez. Lo recordaba perfectamente, 4 de julio del 2009, bajo los fuegos artificiales. Fue muy romántico. También conoció en ese lugar a Amelia. Esperó hasta que llegó Lucas.
-¿Qué querías?-dijo Lucas.
-A ti.-dijo Phoebe mientras agarraba a Lucas por el cuello y acercaba su cabeza a la de él.
-¿Querías o quieres?-dijo él.
-Quiero.-dijo mientras le besaba dulcemente.
Él la besó. Ninguno de los dos se podía creer lo que estaba ocurriendo, pensaban que sería un sueño. Pero no lo era. Creían que nadie los miraba, pero se equivocaban.
-¿Te lo puedes creer?-dijo Austin.
-No durarán-dijo Max.
-¿Por qué?
-Porque él tendrá que volver a Florida y ella a Nueva York. Pronto volverás a estar con ella.
-¿Cómo?-dijo Austin
-Necesito que vuelvas con ella. Phoebe es una gran chica pero él no. Simplemente si se va y la deja enamorada, volverá esa Phoebe que era impredecible.
-Y eso no puede ocurrir.
-Por eso se fueron a Alford, pero no llevó esa ropa que no nos gustaba.
-Claro. No podemos dejar que Phoebe vuelva a caer.
-Exactamente. Volverá a ser la Phoebe problemática del 2005.-dijo Max
-Que terminó en el 2008
-Para volver en el 2010
-Que se volvió a ir por su universidad en el 2011
-Y que no queremos que vuelva en el 2012 ¿Verdad?
-Verdad, pero es difícil porque si está enamorada de él, nosotros no podemos hacer nada.
-Algo podremos, es mi hermana pequeña. No podemos dejar que sea lo que era.
-Ella misma ¿No?-dijo Austin.
-Por mucho que me duela decirlo, tienes razón. No puede ser ella misma. Sería la destrucción de todo por lo que hemos trabajado tanto. ¿La recuerdas cuando era más pequeña? Con 12 años.
-Sí, siempre sonriente, cuando cumplió los 13 fue algo horrible, en clase siempre contestaba mal a los profesores, se peleaba con esas arpías con las que andaba por ahí...
-Lo recuerdo perfectamente, no salía de casa, nunca.
-Era bastante rara, pero era ella.
-Ojalá pudiera seguir siéndolo ¿No crees?-dijo Max.
-Sí, pero podría, aunque ahora es una de las personas más conocidas porque una chica de 20 años que está controlando todo, que tiene tantos millones de dólares es bastante llamativa. Además de conocida.
-Sí. Es verdad. Necesita que alguien la haga ser feliz para poder ser ella misma pero feliz.
-Exactamente, ¿Donde está?-dijo Austin mirando hacia Lucas que estaba solo.
-Vamos a preguntarle a ese.
Max y Austin se acercaron a Lucas.
-Donde está-dijo Max
-No sé, dijo que tenía algo que hacer. Que nos veríamos en unos días.
-¿En unos días? Mañana os tendréis que ver ¿No? Si trabajas en la empresa con la que tiene una reunión-dijo Max
-Pues no sé, ha dicho que tenía cosas que hacer.
-En serio tío, aun por encima de que me la quitas no hagas el tonto y dinos donde está-dijo Austin
-¡Que no lo sé! ¡Dijo que tenía que hacer una cosa!
-¿Que cosa?-dijo Max
-Ni idea, se fue al hotel.-dijo Lucas
-Nos volveremos a ver-dijo Austin.
Fueron hacia el hotel donde se alojaba Phoebe, preguntaron en recepción para saber en que habitación se quedaba Phoebe. Se llevaron una sorpresa. Phoebe se acababa de ir. No sabían a donde, pensaron que podía haber vuelto a Nueva York pero era bastante dudable.

Phoebe cogió un tren hacia Nueva York, quería irse de allí. Volvía a sentir presión sobre ella. No podía quedarse más tiempo, toda la gente de Los Ángeles la miraba como si hubiera hecho algo malo. Cuando llegó a Nueva York lo primero que hizo después de irse a su casa fue llamar a Daniel. Le dijo que ella estaría en Nueva York, que era un punto más estratégico para su cometido. Después fue a la peluquería, la gente la reconocía porque hacía unos meses tanto ella como su hermano salieron el la televisión y en todos los periódicos del país. Luego volvieron a salir en todos los medios por la subida de nivel de la empresa, además de en un programe de televisión muy popular. La gente la reconocía. No quería seguir pareciendo una pija de California. Al salir ya no se parecía a como era antes, ahora era morena completamente, había hecho un buen trabajo con ella en la peluquería, lo siguiente que quería hacer era cambiarse el nombre. No le gustaba el suyo pero además no quería que la reconocieran por el apellido. Pensó en distintos nombres hasta que al final se decidió por Amanda, pero también cambiaría su apellido. Jones, ese sería su nuevo apellido. Amanda Jones, le gustaba como sonaba.