Los majosos que me siguen

lunes, 19 de noviembre de 2012

Capítulo 38

Phoebe cerró la puerta con llave y dejó las maletas en el suelo junto a la puerta, se acercó a un ventanal y obeservó las vistas, era impresionante, ver toda aquella gran ciudad desde lo alto de un edificio de veinte plantas. Se apartó de la ventana, cogió sus maletas y las llevó al dormitorio principal mientras lo examinaba todo, el dormitorio era bastante grande, tenía lo básico, una cama, un tocador con un espejo y, en vez de un armario, un vestidor bastante grande, perfecto para Phoebe. Dejó las maletas encima de la cama y empezó a sacar la ropa de las maletas, le llevó su tiempo pero cuando terminó lo dejó todo bastante organizado, ese orden solo duraría tres días como mucho. Fue a la cocina, estaba bastante bien equipada, aunque vacía, tendría que hacer la compra. Fue al salón, era muy grande, había un sofá blanco muy grande, con una mesa baja de madera, colocados enfrente de un mueble sobre el cual descansaría la televisión cuando la comprara. Había también un comedor con mesa y sillas de madera negra, había dos baños. Cuando terminó de ver toda la casa y de organizarse cogió dinero, el teléfono, las llaves y se fue.
El supermercado estaba llenísimo de gente, de todo tipo, nada que ver con el supermercado al que iba ella en Los Ángeles, un supermercado pijo, pero a Phoebe le gustó más el de Nueva York. Le llevó su tiempo comprar todo lo que tenía que comprar, pero al cabo de casi una hora salió del supermercado y se fue a casa, cuando llegó vio que tenía una llamada perdida en su antiguo teléfono, era Jake, Phoebe decidió volver a llamarlo
-Phoebe-dijo Jake
-La misma, ¿Que quieres?
-Te he traído el coche
-¿Donde está?
-Te lo he dejado delante del hotel Hemsley
-Voy para allá
Phoebe colgó y cogió un taxi hacia el hotel, en la puerta vio su coche, a su lado de pie estaba Jake, Phoebe bajó del taxi y abrazó a Jake
-Dame las llaves-dijo Phoebe
-Toma-Jake le entregó las llaves
-Me tengo que ir, adiós
-¿No me vas a enseñar donde vives?
-No lo considero una buena idea lo siento-dijo Phoebe mientras se subía al coche y se iba hacia su apartamento.
Phoebe metió el coche en el garaje, le llevaría su tiempo aparcar pues era una plaza pequeña, vio que otro coche quería pasar y le estaba cortando el paso. El conductor bajó y se acercó a la ventanilla de Phoebe
-¿Necesitas ayuda?-dijo sonrientemente, era James
-Un poquito
-A ver, baja, te aparco yo el coche-Phoebe bajó del coche, James se subió al coche y lo aparcó rapidísimo-no sé de que te quejas, tienes la mejor plaza-dijo riendo mientras salía del coche
-¿La mejor?
-Si, la mejor ¿Me esperas y subimos juntos?
-Claro-dijo Phoebe mientras iba hacia el ascensor.
James terminó de aparcar el coche y se acercó al ascensor
-¿Te gusta la ciudad?-dijo James
-No está mal, debo decirlo. Pero no es lo mismo que California porque aquí hay mucho más ruido más gente, más estrés por así decirlo, menos seguridad tambien, a pesar de que he observado que las medidas de seguridad de este barrio son buenas pero creo que como ciudad funciona bastante bien.
-Es decir te gustaría más si fuera más tranquila
-Exactamente
James se rio, era evidente que la forma de ser de Phoebe le hacía gracia, no era algo que debía de verse mucho por Nueva York.
-¿Quieres cenar en mi casa?-dijo James
-Claro, pero tengo que guardar la compra en la cocina porque si no se me va a ir todo a la mierda y preferiría no tener que volver hoy al supermercado
-Vale, ¿A que hora te pasas?
-¿A las nueve?
-Vale, bueno, ya estamos en mi piso, a las nueve te espero-dijo James mientras salía del ascensor y se dirigía a su piso.

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